Durante meses, nos volcamos en la organización de nuestra boda, cada detalle, cada momento es pensado y preparado para que provoque emociones, tanto en los novios como en sus invitados.
Decoración, música, vestuario, fiesta, banquete, ceremonia, todo está organizado al milímetro para que risas y lágrimas a partes iguales formen parte de nuestra boda y todo ello nos llevarán a decir que ha sido uno de los días más felices de nuestra vida.
Y que nos va a quedar de todo eso, el recuerdo, alguien dijo que la felicidad no se vive, se recuerda, y el vídeo de nuestra boda será el recuerdo eterno de todo lo que paso en nuestro gran día.
Cuando entregamos cada reportaje de boda terminado, no podemos evitar emocionarnos con nuestros novios. Revivir con ellos ese día en el que se prometieron amor en compañía de todos sus seres queridos. Miradas, gestos, palabras, que en la película de boda, volvemos a ver, vivir y sentir.
Por eso nuestro consejo es, siempre, contrata vídeo, cuando pasen los años y puedas mostrar a tus hijos, incluso tus nietos como fue el día de vuestra boda, será como hacerles formar parte de vuestra historia.