En CHIC Trends hemos querido rendir homenaje a todas las personas que forman parte de la Gran Familia del LAs Hogueras de San Juan, nuestra fiesta más emblemática.La indumentaria, las antiguas maneras de vestirse, sobre todo para fiestas y bodas, como este caso, nos maravillan y de la mano de un equipazo os traemos este editorial.
Para ello hemos recreado la moda de finales del S. XVIII y principios del S. XIX, con la asesoría de Rubén Hernández y Alberto Gascó, acompañados por el team que os dejamos a continuación.
!VISCA ALCANT!💙
Créditos:
Fotografía: Gia Taller de Fotografía
~ Indumentaria: Rubén Hernández Costura
~ Estilismo: Alberto Gascó ~
~ Make up : Romina Espósito
~ Peluquería: Iván Molina Sagoa
~ Flores y decoración: Orquídea Haus
~ Aderezos y abanicos : Nuevo Bazar Madrid
~ Ubicación: Finca Torre de Reixes
– Catering :Grupo Juan XXIII
~ Fondillón: Bodegas MGWines
~ Tartas y dulces: Caperucita Cupcakes
~ Coordinadora: Ana Espadas para CHIC Trends ~
Modelos:
En CHIC Trends hemos querido rendir homenaje a las antiguas indumentarias de nuestra provincia. Para ello hemos recreado la moda de finales del S. XVIII y principios del S. XIX.
La ubicación escogida es la Finca Torre de Reixes, se encuentra en el corazón de la huerta de Alicante.Una finca clásica, llena de sorpresas y rincones por descubrir.
Donde nació el Fondillón, el vino preferido de reyes, aristócratas e intelectuales, en la finca Torre de Reixes.
El típico traje de novia alicantina estaba compuesto por un jubón y una falda de Madras. El jubón es de seda envarado y la falda de plumetti, un tejido muy utilizado por aquel entonces.
En cuanto a las damas lucen las clásicas basquiñas de seda con cenefa.
Los aderezos de la novia son pendientes de girandolas con perlas de aljófar y esmeraldas. Las damas lucen aderezos de plata, pendientes en fulla e incrustaciones en nácar.
Los pendientes más comunes del siglo XVIII eran los pendientes de ‘barquillo’, aunque también solían llevar piedras incrustadas.
El novio viste con mayor sobriedad. Calzón de terciopelo, chaleco del mismo material, labrado en negro, y una chupa de paño.
Cubriendo la cabeza un “mocaor” (pañuelo) de seda anudado de “cua” lateral y un copino o sombrero de ala ancha.
El peinado de la novia típico es un moño trenzado clásico. Los abanicos, decorados a mano, acompañan a los antiguos mantones de ocho puntas.
Gracias a maravilloso equipo que ha colaborado en este emotivo editorial.
Para todos los que hemos sido parte de la Fiesta en algún momento de nuestra vida y para los que la viven todos los años en primera persona es un honor enseñar el buen hacer de los grandes profesionales de la costura, la moda y la artesanía de nuestra tierra, ¡VISCA ALACANT !