Carta Abierta Ana Espadas
¡Recapitulemos por favor! Sí. Siempre es bueno recapitular y la Navidad es una buena época para poder hacerlo. No solo para valorar simplemente si el año que despedimos es malo… NO, cuando es bueno es mejor aún echar la vista atrás y revisar todos los éxitos obtenidos y los errores cometidos.
Hay que saber analizar lo que ha ocurrido, sacar conclusiones y tomar decisiones.
Debemos repasar y recapitular todo lo que ha pasado en nuestras vidas durante el año, valorar en qué punto nos encontramos y de esta manera plantear los objetivos del año que empieza , tomando las medidas que sean necesarias para continuar.
Hasta aquí todo correcto, ¿no?
De acuerdo, pero yo quisiera ir un poco más allá. Me gustaría hablaros de varias cosas un poco intangibles, pero no menos reales y correctas. ¡Cosas que no se pueden medir, pero si sentir!
Recapitulemos sobre las emociones y las experiencias vividas este año. Rememoremos las cosas positivas, las emociones que nos dieron alas… Pensemos en las personas que nos las trajeron, porque de eso se trata, de personas. Emociones compartidas con amigos, compañeros y familia.
- Las personas que hemos encontrado
- Las personas que hemos llegado a conocer
- Las personas que hemos ayudado
- Las personas que nos han hecho bien
- Las personas que se fueron
- Las personas que despedimos nosotros
- Las personas que nos quieren
Recapitulemos por favor, es necesario.
Verás más claro el futuro y con quién lo quieres compartir. Analizarás el porqué de algunas cosas que no quedaron claras en su momento. Podrás enmendar algún error u omisión. Deberás hacerlo sin dilación, porque la experiencia dice que puedes llegar tarde, y no querrás que eso ocurra.
Las gracias hay que darlas de corazón, y hay que ser agradecido.
Las cosas no se pueden dar “ for granted” por supuestas!