Nuestra querida Alicante Treasures nos descubre Jávea como uno de los paraísos más deslumbrantes de la Provincia de Alicante.
¿Quieres deleitarte con este destino Made in Spain? Sigue leyendo…
Descubre Jávea
Si Sorolla quedó prendado de esta parte del litoral Alicantino, seguro tú también!
Javea, una pequeña población marinera, situada al norte de la Costa Blanca, entre los cabos de La Nau y Sant Antoni, es para mí, uno de los mayores tesoros no sólo de la provincia de Alicante, sino de toda España.
Te preguntarás el porqué, ¿verdad? Pues aquí os dejo algunas de mis razones para visitarla:
Sus ventanas a Mediterráneo
Javea tiene 15 miradores con increíbles vistas panorámicas del Mediterráneo.
Mis preferidos son estos tres: el Cap de Sant Antoni, la Creu del Portitxol y el Cap de la Nau, el punto peninsular más cercano a Ibiza.
En 1896 Sorolla escribía a su mujer: «Xàbia tiene todo lo que deseo, y más, y si tuvieras lo que yo tengo delante de mi casita, no encontrarías palabras para enaltecerlo, yo enmudezco de la emoción que aún me domina(…). Es el sitio que soñé siempre, mar y montaña, pero ¡qué mar!».
Sus calas escondidas
Desde pequeñas calas de cantos rodados, acantilados de vértigo, playas abiertas de grava, extensas playas de fina arena, sus 25km de costa están repletos de paisajes que rebosan naturaleza, paz e infinita belleza.
Algunas de mis calas favoritas son:
Cala Granadella: el viaje hasta alli transcurre entre un bosque de pinos salpicado de majestuosas villas. La cala es pequeña, de grava y de un color verde turquesa que es difícil de contemplar hoy día en la propia naturaleza.
Cala Blanca: lo forman Caleta I y Caleta II; son calas rústicas de grava y roca, de aguas tranquilas y cristalinas.
Portitxol: se puede llegar desde la carretera del Cabo de la Nao o bien a pie desde el Mirador de la Cruz del Portitxol. Enfrente está la Isla del Portixol que cuenta con unos fondos marinos increíbles.
Su Historia
FOTO Alicante Treasures
Para mí no hay mayor placer que, después de un día al sol, sentarme a picar algo en alguna de las terrazas de la Plaça de Baix, aunque lo mejor para descubrir el pueblo es perderse por su casco histórico, disfrutando de las fachadas blancas de sus casas tradicionales, sus hermosos enrejados de forja y balcones repletos de flores.
Estas preciosas casas tienen su origen en el siglo XVIII, con el comercio de la pasa. Visita obligada es el Museo Arqueológico y Etnográfico Soler Blasco, un palacio gótico del XVII con una magnífica fachada de piedra tosca.
Y al atardecer, ver los barcos llegar y la puesta de sol sobre el puerto…
Javea tiene muchos más tesoros, pero ahora te toca a tí encontrarlos…