Llega el verano y con este nuestros deseos por vernos siempre estupendas y lucir un bronceado perfecto nos llevan en ocasiones a abusar demasiado de los rayos de sol.
Aunque bien es cierto que el sol nos ofrece la tan necesaria vitamina D para mantener y mejorar la salud de nuestra piel, debemos ser cuidadosas con la sobreexposición pues podemos poner en riesgo su salud y provocar el efecto contrario al deseado en nuestra dermis.
¿ Cómo recuperar la piel dañada por el sol en las primeras exposiciones?
Para ello, debemos en todo momento ofrecer a nuestra piel una protección continua de la mano de los mejores protectores solares, evitar las horas de mayor incidencia y, además, hidratarnos tanto nosotras como la piel para que esta no sufra ningún daño.
Desafortunadamente, en ocasiones, queremos poner solución a este problema cuando ya es demasiado tarde. Bien sea por un descuido por nuestra parte o quizá por no tomar las precauciones necesarias, nuestra piel termina quemada y dañada por el sol.
Para ponerle remedio a este problema contamos en este artículo con la ayuda de Cosméticos Eficaces, una tienda online de cosmética profesional, que nos ofrecerá los mejores consejos para cuidar y recuperar la piel dañada y quemada por el sol durante los meses de verano.
Consejos para recuperar la piel dañada por el sol
Una vez hayamos detectado que efectivamente nuestra piel se encuentra quemada o dañada tras una sobrexposición prolongada al sol, deberemos ser cuidadosas y ponerle una solución temprana a dicho problema.
No olvidemos que la piel tiene “efecto memoria”, esto quiere decir que los abusos que comentamos en contra de nuestra piel ahora, con los años, terminarán por verse reflejados en esta.
Por ello, recomendamos cuidarla y protegerla siempre para disfrutar de una dermis sana, llena de vida, y radiante en todo momento.
- La hidratación es muy importante. Como hemos dicho, al igual que es importante hidratar nuestro organismo para vernos bien, igual de importante es hacerlo con la salud de nuestra piel. Por ello, se aconseja el uso frecuente de cremas corporales como la Lait Oxygenant de Biologique Recherche que cuida y protege nuestra dermis en profundidad a la vez que calma e hidrata nuestra dermis.
- No olvides llevar una alimentación sana. Comer de manera saludable y apostar por alimentos ricos en vitamina C como la naranja o el kiwi nos permitirán mejorar antes nuestra piel dañada. Esto se debe a que entre las propiedades con las que cuenta la vitamina C se encuentra su capacidad antioxidante que permite detener o reducir el envejecimiento cutáneo, así como, los daños de una piel quemada.
- Evita los cambios bruscos de temperatura. Es muy frecuente darse una ducha fría para aliviar los síntomas de una piel quemada. Craso error pues esto termina por perjudicar más el estado de nuestra dermis al sufrir cambios bruscos de temperatura en poco tiempo. Lo más recomendable tras una sobreexposición es tomar duchas con agua templada, evitando las duchas demasiado calientes o muy frías.
- Confía en protectores solares profesionales. En la actualidad contamos con protectores solares profesionales que van más allá de únicamente protegernos al tomar el sol. Muchos de ellos ofrecen otros beneficios añadidos que van mucho más allá como, por ejemplo, la Creme Protection UV de Biologique Recherche que, además de proteger nuestra piel frente a los rayos de sol, cuenta con agentes calmantes y anti edad que hidratan y calman la piel tras la exposición, además de prevenirnos de los principales signos del envejecimiento cutáneo.
¿Cuáles son los daños que produce el sol en nuestra piel?
Como hemos dicho, el sol en su justa medida es muy beneficioso para nuestra piel pues nos aporta la tan necesaria vitamina D a nuestro organismo pero, abusar de su uso y sobreexposición en repetidas ocasiones, puede terminar por provocar el efecto contrario y llevar a nuestra piel a sufrir problemas que pueden llegar a ser muy perjudiciales para la salud.
Por ello, hacemos hincapié una vez más en hacer un uso responsable de este a lo largo de nuestra vida para no tener que sufrir nunca sus efectos perjudiciales.
Entre algunos de los problemas que nos encontramos tras una piel quemada o dañada por el sol se encuentran una profunda deshidratación de la dermis que pueden llevar a su descamación.