Dedicarme a la organización de eventos y en concreto a las bodas, es el resultado de una sucesión de causas y efectos que no tenían ningún sentido hasta ahora.
Hice la carrera de música porque mi sueño era recorrer el mundo de orquesta en orquesta con mi violín.
Pero hay tanto que aprender y descubrir que andando entre mil cosas, creé mi propio negocio de muebles y decoración.
Fueron años llenos de grandes experiencias y encuentros con personas muy interesantes pero llegó la crisis…
A lo anterior, habría que añadir que desde muy pequeña disfrutaba en lugares bien decorados.
La simetría de las cosas, los colores. Que mi color favorito, aunque aún no sabía su nombre exacto, era el azul pavo real. Que lo que no estaba equilibrado me hacía sentir incómoda…pero cuando todo estaba bien, volaba. Y ahora sé, que a eso Stendhal le dió su nombre.
Y ése ha sido mi empeño desde entonces, disfrutar de todo lo bueno y bello de la vida. De los momentos entrañables y si es compartido, ¡¡Muchísimo mejor!!.
No hace falta grandes cosas; unas velas encendidas al llegar del trabajo, escuchar esa canción que siempre te hace vibrar, un té entre amigos, una peli de sofá y mantita con la persona que más quieres.
El secreto es simplemente una cuestión de actitud.
Es tan fácil…pero la vida actual con su trepidante ritmo lo complica muchísimo. Y voilà, os presento mi misión: guiar a mis clientes a cumplir sus sueños.
Quienes nos dedicamos a esto somos unos privilegiados.
Nuestros clientes nos dan permiso para meternos en sus vidas y compartir con nosotros sus momentos más importantes.
Yo me siento inmensamente feliz y agradecida a la vida por todas las experiencias hermosas que vivo en este trabajo cada día.
Un trabajo en el que puedo disfrutar, además, de mis pasiones: la música, la decoración, la moda y el protocolo.
De verdad, ¡¡No se me ocurre nada mejor!!. Si volviera a nacer, volvería a pedir ser Cumplidora de sueños.
Ahora, desde la perspectiva, comprendo que todo lo pasado era necesario. La vida me estaba preparando para hacer lo que mejor sé hacer, ayudar a los demás a ser más felices.
¿Hay algo mejor en este mundo?, personalmente creo que no.
Pero no sería justo acabar sin dar las gracias a todas las personas que han aparecido en mi vida para que que hoy sea quién soy y me dedique a este increíble mundo.
Gracias a Nicola de la Paz y Alba Brotons por formar parte de este sueño llamado Chic Mandala.
Gracias a todas las manos tendidas que me encontré en el camino y que continuamente me sigo encontrando.
Gracias a los que me hicieron crecer.
Gracias a vosotros que me seguís inspirando.
Gracias y mil veces gracias porque a todos os debo ser la mejor versión de mí misma que hoy puedo llegar a ser.
Y ahora, al despedirme, quiero hacerte una pregunta, ¿Quieres cumplir tu sueño?, venga, vamos, nosotras te ayudaremos.
María José Quero.