Aurora es una princesa. Rosas, una corona y un castillo. Aurora es amanecer, Aurora es sueño y la luz del alba. Con una sonrisa enigmática y una mirada que llega al espíritu.
Look de la novia Aurora
Cuando ví el vestido de Rubén Hernández me enamoré. He acompañado muchas veces a las novias a sus pruebas de vestidos,
pero con la magia, que debe ser para sentir las novias cuando ven el suyo.
Era perfecto para esta sesión, delicado, diferente, con un rosa muy sutil y pinceladas de verde hoja.
Para que el vestido no tuviera que desarrollar un TODO exquisito y sublime. Por eso, la inspiración la tuve clara desde el principio; Jardín de rosas inglesas.
El tocado debía ser algo especial, así que después de dar muchas vueltas, opté por crear un compuesto de dos piezas grandes a ambos lados y un cierre para delante y detrás.
Julieta and co. no solo lo fabricó, sino que le puso un cariño y una atención al detalle especial.Para el ramo realicé una selección de rosas amalteas y ranúnculos en blanco y rosa con varios estados de maduración. Los complementé con verdes muy oscuros.
Ubicación
Para el lugar lo tuve claro desde el principio, un lugar que te transporta a otra época, que te introduce en un cuento donde parece que el tiempo se haya fugado; Casa Santonja. Un lugar privilegiado.
Decoración
Para la decoración lo tuve claro enseguida; Rosas Blancas (aunque lo compuse con varias variedades de rosa, utilicé
muchas de tallo largo).
Y aunque creamos que es un cliché y que es demasiado clásico, aquí os demuestro donde una buena composición y saber
explotar los recursos de cada lugar es la clave.
La idea era que las composiciones de flor emergieran del suelo y treparan hacia arriba. Como si la propia vegetación del lugar se hubiese apoderado de él y hubiese germinado.
Para la ceremonia opté por una escalinata con rosas de tallo alto, delphinium y enredaderas en el arco.
Como broche utilicé un pequeño sofá de tipo isabelino en colores tostados. La piedra del lugar le daría ese toque tan auténtico y lleno de historia.
Me hacía especial ilusión montar una habitación de novia con jardín interior y un mar de flores. Los gruesos muros y la ventana alta antigua jugarían un papel fundamental con la iluminación.
El broche final sería un columpio colgando de los arboles centenarios con cuerdas forradas de flores.
Lo dispondríamos delante de un pequeño estanque con una figura de La Virgen, encastrada en la piedra.
Pero todo esto no sería posible, sin las mágicas y profundas fotografías de Javier Berenguer. Estas que te emocionan y nos permiten cada vez que las vemos, volver al lugar, sentir la hierba fresca y escuchar las risas del momento.
Muchas gracias a todo el equipo, especialmente a todos vosotros que me visteis empezar, a aquellos que me cogieron de la mano y jamás me soltaron. Sin vosotros no soy nada.
María Botella . El Canvas
Fotografía Javier Berenguer
Vestido Rubén Hernández