Descubre Albarracín y Teruel por Macarena de De Campo y Playa. Un nuevo destino para descubrir Viajes con sello Made in Spain.
Ella nos trae una gran cantidad de detalles y rincones únicos dentro de la Provincia de Teruel. ¿Quieres descubrirlos?
Albarracín y Teruel
Albarracín y Teruel, y su maravillosa provincia es un paraíso para los amantes de los entornos naturales, y del turismo rural.
Varios siglos de historia y una gastronomía con sello propio.
El viaje perfecto para la desconexión y el disfrute de un patrimonio cultural exquisito.
Pequeñita pero preciosa arquitectónicamente hablando. Un conjunto monumental principalmente mudéjar. A mí me recordó a la bella Mantova, ubicada en la Lombardía, al norte de Italia.
Lo que más me impresionó fue el tamaño del famoso «Torico», pequeño, mucho.
Esta plaza está repleta de bares y mucho ambiente. Tras visitar el Mausoleo de los Amantes de Teruel (se encuentra en una calle pararela, muy cerca) nos sentamos en uno de ellos. Plato de jamón + cervecita Ámbar = la gloria bendita.
Como colofón, la celebración de una representación teatral medieval donde se conmemora la historia de amor de Isabel de Segura y Juan Martínez de Marcilla. Siempre en Febrero y muy divertida.
PARA DORMIR: Si viajas con niños el Hotel Ciudad de Teruel es el top. Con Spa infantil de dinosaurios.
Albarracín
Al día siguiente pusimos rumbo a Albarracín. A sólo 35 km. de Teruel se encuentra esta majestuosa localidad amurallada. No me extraña que sea Monumento Nacional desde 1961 y que recibiera la Medalla al Mérito de las Bellas Artes. Además de ser propuesta por la UNESCO para ser Patrimonio de la Humanidad.
Situada a casi 1200 metros sobre el nivel del mar, goza de una posición estratégica que en su día le sirvió como foso defensivo.
Se ve la huella de varias civilizaciones, siendo la principal la que le otorgó su actual nombre, la islámica.
Me habían dicho que era un municipio precioso, pero no te imaginas cuánto hasta que pones un pie en él. Recorrer sus calles es sentirse en el medievo. Se respiraba tranquilidad. Aluciné con cada rincón, las casas de color rojizo, sus calles empinadas… Eso sí, ve preparad@ con calzado cómodo.
La famosa casa de la Julianeta, la catedral del Salvador, los museos… Pero si tengo que elegir me quedo, sin duda, con su imponente muralla (en la parte superior de la foto) a la cual puedes ascender a pie y obtener otra visión de esta joya del medievo llamada Albarracín. Ojo los del vértigo con esta excursión. Se sube por una pendiente empinada pero de fácil acceso. Insisto en el calzado.
Parque Infantil Municipal
Dejamos el coche junto al parque infantil municipal, En el aparcamiento gratuito. Nos vino de perlas, pues viajábamos con niños. Rodeado de vegetación, junto al río Guadalaviar y unas magníficas vistas a Albarracín.
Era primeros de Marzo y, como se aprecia en la foto, la manga corta se adelantaba a la Primavera.
La fecha también jugó a nuestro favor puesto que pudimos disfrutar de este pueblo bonito casi en soledad. No os imagináis la buena vibra que transmite.
Me hinché a hacer fotos y a contemplar Albarracín desde todas las perspectivas posibles. Anonadada ante tal grandiosidad.
Siéntate en un banco de esos, respira el sosiego, escucha el silencio. Probablemente te entren ganas de quedarte a vivir allí para siempre.
Paseo fluvial por el Río Guadalaviar
Turismo activo, rural y cultural. Deportes de aventura, actividades en plena naturaleza. Desconexión, relax…
Si buscas alguna de estas opciones, no te vuelvas loco buscando. Albarracín lo reúne todo. Cualquier época para ir es buena, pero ahora que llega el verano, las opciones para disfrutar de toda la sierra se multiplican.
Perseidas? Aquí también. Coge una manta, aléjate del casco urbano y prepárate para disfrutar del espectáculo, En el mismo parque municipal comienza el paseo fluvial. Una ruta circular de 4 km. (alrededor del pueblo), apta para todos los públicos y, además, muy recomendable. De entre 1 y 2 horas. Empezamos cruzando el puente colgante que, aviso, tiembla, pero no te asustes. Está perfectamente sujeto y es súper seguro. El sendero bordea el río y, como puedes apreciar en la foto superior, es un deleite para los sentidos.
El aumento de la humedad por las frías aguas del río hacen que la sensación térmica disminuya un poco. Lo cual viene de maravilla en verano. Y el día de esta foto también, que para ser invierno nos hizo un día primaveral-veraniego.
La vista que se obtiene es completamente espectacular.
Para comer
Tras nuestra ruta de senderismo, las barrigas empezaban a pedir comer. Pero no sin antes pasar por la bella Plaza Mayor.
Y es que la plaza mayor es un concepto muy español. Me chifla visitarlas todas cuando viajo. Es una aportación netamente española a la arquitectura. Sólo encontraremos plazas mayores como tales en España y, obviamente, en las ciudades que los españoles levantaron al otro lado el Atlántico. La de Albarracín… Pues qué os puedo decir, una maravilla más, como todo lo que alberga este pueblo.
Tras callejear un rato dimos con este restaurante. Casino. Debo decir que el dinosaurio de mi sobrino viene al pelo en esta foto 😉
Un bar sobrio, sin grandes opulencias, con unas bonitas vistas, y los mejores torreznos del mundo!!
También un jamoncito rico, una sopa de ajo, y unas buenas migas.
Para acabar unas almojábanas, los precursores? Nuestros antepasados árabes.